Existió una mujer que a los 19 meses de vida quedó ciega y sorda a causa de una enfermedad que todavía se debate.
Existió una mujer a quien sustituyeron los ojos marrones, con los que ya no podía observar, por un par de prótesis de cristal de color azul.
Existió una mujer sordociega quien, con ayuda de su maestra, aprendió a comunicarse, escribir y luchar por el reconocimiento de las personas discapacitadas, la clase trabajadora y la equidad de género.
Hace unos días estaba ojeando un libro sobre la historia ilustrada de las mujeres y me encontré con Helen Keller, una mujer que el mundo necesita conocer pues, a pesar de que su vida ha sido adaptada al cine (1962) y ésta ha quedado escrita en la diversidad de sus libros autobiográficos, es en general desconocida.
Esta vez quiero contarles su historia porque es un ejemplo contundente de cómo la vida con discapacidad no es sinónimo de una vida truncada o menos valiosa, sino que la diversidad encuentra caminos inesperados para crear aportes en la humanidad.
Helen nace en Alabama (E.U.A) un 27 de junio de 1880; es decir, hace 141 años. Durante esa época la visión social sobre la discapacidad contenía grandes prejuicios e interés insuficiente; sin embargo, cuando Helen Keller cumple 7 años, su madre y padre contactan a Alexander Graham Bell, quien era un científico que había dedicado gran parte de su vida a los métodos de enseñanza para personas con discapacidad auditiva, motivado desde su experiencia pues tanto su madre y esposa eran sordas. Graham Bell les recomienda que ingresen a Helen al Instituto Perkins para Ciegos y Sordos en Watertown, Massachusetts.
Cuando Helen Keller conoce a Anne Sullivan es que, como ella misma deja testimonio, le cambia la vida. La figura de Anne no es sólo la de una tutora comprometida con el aprendizaje y desarrollo de habilidades de su alumna, sino de una compañera de vida que comprende las implicaciones de la discapacidad al ser ella misma una persona con debilidad visual. Sullivan enseña a hablar a Keller utilizando el método Tadoma el cual consiste en tocar los labios de otras personas mientras hablan y sentir las vibraciones que producen, además de deletrear los caracteres alfabéticos en la palma de su mano.
Con el pasar de los años, Helen se convierte en una ávida escritora y amante de la literatura. Es a través de sus obras que podemos conocer un poco de su vida, tal como consta en su libro “La historia de mi vida” (1902) o en otros como “El mundo en el que vivo” (1908) nos cuenta su manera de percibir el mundo como persona sordociega.
Helen Keller se gradúa con honores en 1904 de la Universidad de Radcliffe, siendo la primera persona sorda y ciega en titularse. Durante 1909 participa en campañas y escribe a favor de las clases trabajadoras.
Otros datos interesantes, que dan cuenta de su compromiso con la discapacidad visual, son que a sus 34 años comienza una gira, junto con Anne Sullivan, dando conferencias en donde convive con personajes como Charles Chaplin, además a la edad de 35 años funda la organización sin fines de lucro Helen Keller International para la prevención y tratamiento de la ceguera, por otra parte, desde los 44 años hasta su muerte pertenece a la Asociación Americana para Ciegos.
Tras una serie de problemas cerebrovasculares, Helen Keller muere el 1 de junio de 1968 a sus 87 años, la urna en donde se depositan sus cenizas es depositada cerca de la tumba de su preciada maestra Anne Sullivan.
La vida de Helen nos recuerda que las personas con discapacidad son seres sensibles, críticos y creadores que pueden aportar a nuestra sociedad desde su particular modo de percibir el mundo. Además de que la labor de aquellas y aquellos quienes deseamos apoyar su aprendizaje y sensibilizar a nuestras comunidades, es de vital importancia para su desarrollo pleno.
Helen Keller sobresalió y transformó parte de su mundo a uno más inclusivo. Anne Sullivan se involucra con que haya sido de este modo, pues fue una profesora comprometida y que le ayudó a desarrollarse desde los afectos.
Juntas y juntos podemos lograr que todas las personas, en nuestra otredad y alteridad, podamos caminar con dicha en medio de la oscuridad que nos rodea.
JANET MONTESINOS
ARTISTA Y FOTÓGRAFA
FUENTES DE CONSULTA:
García-Sánchez, J. y Cifuentes-Canorea, P. (2015). Helen Keller. Escritora, activista y profesora sordociega. Archivos de la sociedad española de oftalmología, 90(2), 13-15. https://www.oftalmoseo.com/documentacion/hh/XIX-Reunion._Helen-Keller.%E2%80%93Escritora,activistayprofesorasordociega.pdf
López, S. (15 de enero de 2016) La Historia de mi Vida de Helen Keller. Generación Papel. https://generacionpapel.wordpress.com/2016/01/15/la-historia-de-mi-vida-de-helen-keller/